Averías de un motor , evita malos hábitos que los provocan
¿Quieres conocer los malos hábitos que provocan averías de un motor ? En ese caso, te lo explicaremos en esta sección.
Comprar un coche implica cuidarlo mucho y hacerle los mantenimientos adecuados.
Como todo, después de darle uso por cierto tiempo, el motor se puede averiguar de alguna forma y ahí es cuando vienen las preocupaciones por el arreglo.
Cuando se daña el motor del coche, se tiende a culpar al fabricante. Pero, ¿has pensado que tu motor puede averiarse por tus malos hábitos al conducir?.
Si respondiste que no, en esta sección te diremos cuáles son esos hábitos que causan las averías de un motor y cómo evitarlos.
Hábitos más comunes de los conductores que provocan averías de un motor
Si tienes un coche nuevo, es probable que quieras ponerlo a andar a toda velocidad y probar todas sus funciones de una sola vez.
No obstante, con el paso del tiempo, se crean malos hábitos al conducir que pueden averiar el motor.
Estos hábitos se forman de manera inconsciente y, por esa razón, muchos coches se dañan en cuestión de meses.
Los malos hábitos que averían el motor van desde no cumplir con los periodos de mantenimiento y cambio de aceite, hasta acelerar el motor cuando está frío y usar mal la caja de cambios, así como también usar aceites de bajo coste pero de mala calidad.
No estar pendiente del mantenimiento y cambio de aceite
Tener un coche es como tener una mascota. Cada cierto tiempo es necesario llevarla al veterinario.
En el caso de los coches, es necesario llevarlo al taller para que le hagan el respectivo cambio de aceite al motor.
Si no le haces cambio de aceite cuando es necesario, la lubricación del motor no será la misma e irá disminuyendo su potencia.
Es posible que cuando el nivel de aceite esté bajo, lo quieras poner hasta el tope.
Esto, a fin de cuentas no es bueno, ya que puede ocasionar daños a elementos como el turbo o el filtro anti partículas.
De igual manera, dejar el nivel de aceite muy bajo también puede averiar el motor y sus inyectores.
Eso significa que la lubricación del aceite es muy poca y causa deterioros por fricción y sobrecalentamiento.
Acelerar el coche con el motor frío para evitar averías de un motor
Uno de los malos hábitos que averían el motor de tu coche es acelerar cuando el motor está frío.
Al hacer esto, el funcionamiento del motor se ve perjudicado porque hay poca lubricación de aceite.
Lo más recomendable es esperar a que el vehículo caliente un poco y esperar a que el aceite haga el trabajo de lubricación antes de acelerar.
Este mal hábito también incluye apagar el vehículo cuando necesitas parar, por ejemplo, en semáforo.
Esto puede causar averías por sobrecalentamiento en vehículos con propulsores o con turbo.
Se recomienda esperar a que el coche enfríe, así los demás elementos se lubrican de forma adecuada.
Usar de forma incorrecta la caja de cambios para evitar averías de un motor
Otro de los malos hábitos que averían el motor es hacer mal uso de la caja de cambios.
Bien sea si es un coche sincrónico o automático, la caja de cambios es la que marca la pauta de cómo va funcionando el motor.
Es vital que conozcas cómo funciona tu coche y que sepas en qué momento debes hacer el cambio.
Escucha el sonido de tu motor y cuando haga más ruido, podrás subir la velocidad.
Si vas muy lento y cambias la velocidad muy rápido, tu motor sufrirá un poco.
Si intentas hacer cambios a una velocidad más rápida y al coche le cuesta ajustarse, éste empezará a dar tirones más o menos fuertes y sentirás que te irás de lado.
Aumenta un poco más las revoluciones del motor antes de cambiar a la siguiente velocidad.
Llenar el tanque de gasolina con combustibles de baja calidad para evitar averías de un motor
La gasolina también cumple una posición importante para el buen funcionamiento del motor.
Uno de los malos hábitos que averían el motor de tu vehículo es ponerle combustible malo y de poca calidad.
Al echarle diésel a un coche que funciona con gasolina o viceversa, se provoca una mala combustión en el motor.
La avería que causa es dañar los inyectores, la bomba de inyección, la bomba de gasolina y el filtro de combustible.
Otro mal hábito es circular con poca gasolina.
Puede que unos cinco litros sean suficientes para ponerlo a andar, pero esto puede causar averías en la bomba de gasolina.
Debe haber suficiente gasolina para asegurar la lubricación y el enfriamiento de la bomba a través del refrigerante.
Usar agua común como refrigerante
La refrigeración del motor es como la temperatura corporal de los humanos.
El refrigerante evita el sobrecalentamiento del motor. Cuando la refrigeración baja, es momento de rellenar con más refrigerante.
Uno de los malos hábitos que averían el motor y provocan su mal funcionamiento es añadir agua común al depósito del refrigerante.
Esto puede averiar los elementos que forman parte de la refrigeración como la bomba de agua, el radiador y el termostato.
Nunca reemplaces el refrigerante con agua de la llave.
Ésta tiene altos niveles de cal y no cuenta con los aditivos necesarios que tiene el refrigerante para evitar que el motor siga funcionando con normalidad.
Usar productos inadecuados e ignorar las manchas de aceite
El aceite se desgasta con el tiempo y el uso; es por ello que, al hacerle el cambio, es importante usar el aceite de motor ideal para tu vehículo.
Entre los malos hábitos que averían tu motor es comprar aceites baratos que se hacen pasar por lubricantes de “buena calidad”.
Éstos pueden venir quemados, sucios y contaminados.
Estos tipos de aceites causan averías por causa de la temperatura y la viscosidad de la lubricación.
Trata de comprar aceites con los aditivos necesarios para tu tipo de vehículo, que son los que neutralizan los elementos contaminados.
Los botes de aceite se deben a averías en algunos retenedores o juntas del motor.
Estas juntas pueden desarrollar cristales por los cambios de temperatura.
También puede haber hoyos en el cárter que ocasionen las pérdidas o un tapón mal puesto.
Por eso, nunca ignores manchas de aceite que provengan de tu vehículo, pues indican que es hora de ir al mecánico.
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